sábado, 26 de noviembre de 2016

Variaciones sobre el puré de patata

Seguramente no existe nadie a quien no le levante la moral un reconfortante puré de patata, ese tubérculo tan subestimado. ¡Es tan consolador y confortable para el estómago y el ánima! Esto se debe al triptófano y otras virtudes. Todo el éxito radica, desde luego, en la calidad de la patata; cuanto más nueva y ecológica mejor, plena de carnalidad y dolcezza.

Hoy sabemos que no engorda, que es un alimento prácticamente libre de grasa. Una patata cocida contiene tan solo 26 calorías, y es un carbohidrato complejo lleno de nutrientes, que nos confiere ese largo impulso de energía y esa sensación de saciedad. Es decir, que nos ayuda a combatir los atracones y la necesidad de dulces.


Entre sus virtudes está una pequeña porción de proteínas, fibra, vitamina C (una patata mediana con piel contiene 27 gr,la mitad de la ingesta diaria recomendada), vitamina B6 y ácido fólico. Además, minerales como hierro, magnesio y potasio.
En total, nos protege contra la presión arterial, las enfermedades cardiovasculares, y el cáncer de colon por el alto contenido en fibra. Y encima equilibra los ánimos por contribuir a los neurotransmisores como la serotonina y la dopamina: ¡Hola patata, adiós estrés!

La versatilidad del puré de patata no conoce fronteras. Al básico de patata, leche y mantequilla (o aceite), podemos agregar algún ingrediente más para dotarlo de morbidez y suntuosidad.

1. Skordaliá (el puré de patata griego)

Sabido es que el limón y el ajo confieren dicha morbidez a todo lo que tocan, y la cocina griega lo sabe bien. La skordaliá es una pasta de ajo a la que se añaden otros ingredientes como la patata o las nueces, hasta lograr un fino puré.

Es tan sencillo como batir un ajo con aceite de oliva, un chorro de limón y pimienta, que añadimos al puré. Decoramos con aceitunas griegas (o artesanas) más o menos troceadas y preferiblemente de distinto color, y un fino hilo de aceite. ¡Es un sorprendente y sano aperitivo muy barato!
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                          Ingredientes
(4 raciones)
 
 


2. Otros purés de patata "a la griega"

Si prescindimos del ajo y el limón, y nos pasamos al yogur griego y al queso feta obtenemos otros purés de patata enriquecidos, más suaves.

Por ejemplo, agregando aceitunas negras troceadas y queso feta desmigado al puré de patata básico(con leche, mantequilla y pizca de pimienta).

 
 
Otra opción es añadirle al puré básico medio yogur griego, una cucharada de mostaza y otra de paprika.

Y a partir de aquí ya podemos empezar a soñar en combinaciones sin cuento... La cuestión es estar inspirado, para lo cual un poco de erudición no viene mal.


3. Puré de patata y queso crema

A este puré le podemos agregar ajo o no. Sirve tanto un queso crema tipo mascarpone o Philadelphia, como la crème fraîche, o una mezcla de ambos. Si lo preferimos sin el sabor destacado del ajo, aún podemos alegrarlo con algo de parmesano rallado.
Decoramos si queremos con cebollino picado, o hierbas frescas como cilantro, albahaca, eneldo, perejil.